Las características principales de la comida chatarra es que proporciona una cantidad mayor de grasas que las requeridas por un niño diariamente (las grasas en general aportan 9 calorías por gramo). Epidemiologicamente, las causas de muerte en nuestro país han cambiado. Si a principios de siglo anterior las causas de muerte eran patologías infectocontagiosas que demandaron muchos esfuerzos para ser controladas, hoy ese lugar lo ocupan las patologías crónicas no transmisibles, como la obesidad, diabetes, hipertensión arterial e hipercolesterolemia.
Es por esa razón que las autoridades están preocupadas de promover estilos de vida saludable y tomar medidas drásticas en un grupo de la población muy vulnerable y a quienes debemos destinar los esfuerzos para una adecuada prevención. Hacia allá apunta la propuesta de algunos legisladores de prohibir la venta y publicidad de comida chatarra en colegios y sus alrededores.
Medida que a los profesionales del área de la Nutrición nos parece muy adecuada, ya que los esfuerzos realizados en educación tanto de nuestros niños como de sus padres no dan los frutos esperados, frente a esta oferta masiva de una alimentación que es muy apetecible y que produce adicción.
Las características principales de la comida chatarra es que proporciona una cantidad mayor de grasas que las requeridas por un niño diariamente (las grasas en general aportan 9 calorías por gramo).
El aumento de peso en las personas que consumen en forma frecuente este tipo de alimentación es evidente. Además estas grasas, del tipo saturadas (contienen colesterol), son responsables de otro trastorno: la Hipercolesterolemia... Otra característica de este tipo de alimentación es el aporte elevado de Hidratos de Carbono simples que favorecen la ganancia de peso.
Importante es destacar que esta alimentación es deficitaria en proteínas nutriente esencial en un organismo en desarrollo (niños y adolescentes) y además carece de otros micronutrientes como vitaminas y minerales. Tampoco podemos dejar de mencionar el elevado aporte de cloruro de sodio (sal) importante factor predisponente de hipertensión arterial.
Estas son razones suficientes para aunar esfuerzos que nos permitan ofrecer a nuestros niños una alimentación saludable. Para ello, es vital una labor educativa establezca la diferencia entre este tipo de alimentación y las características de nuestras costumbres culinarias típicas.
La prevención en salud es la herramienta en la cuál debemos concentrar nuestros esfuerzos para evitar una población enferma y con calidad de vida disminuida a temprana edad, porque un niño obeso será en el futuro un adulto obeso.
La medida propuesta por los legisladores sin duda forma parte de este nivel de prevención en cual todos debemos participar.
Fanny Flores Varas, Nutricionista
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